lunes, 4 de junio de 2012

Africa no es un país








Axum (etiopía)

La gente suele pensar que África es un territorio salvaje, que permanece inamovible en el tiempo, un territorio sin historia. No es de extrañar, ya que es la imagen que tienden a dar del continente los medios de comunicación, y la gente cree a pie juntillas lo que ve en la tele, lee por encima y de pasada en Internet o escucha a alguno de esos periodistas que desde el mejor hotel de cualquier ciudad africana parecen ser capaces de entender en apenas cinco días de idas y venidas en todoterreno, charlas con mandamases y comilonas en el susodicho hotel, la idiosincrasia, sueños y convicciones de las gentes no sólo de ese país, sino del continente entero. Cuando uno viene de un viaje a África y intenta contar lo que ha visto, comprueba con impotencia que hasta aquel que no ha salido nunca de su barrio le refuta todo lo que cuenta con argumentos de peso, como que eso no es así porque lo ha leido aquí o allá, o que lo vió en no sé qué web o programa. Ya nadie espera impaciente que el viajero relate cómo es ese lejano país, qué se come, cómo se comportan sus gentes; no puedes decirles nada que no sepan, ahora todo el mundo lo sabe todo, está en Internet: en África hace calor, hay leones, la gente es negra, bailan al ritmo del tambor, se mueren de hambre y tienen todos el sida, punto.


Biblia etíope, siglo XIV

Sinceramente siento una tremenda pena por esta gente que piensa que ya no se puede descubrir nada, que todo lo tenemos al alcance de un clic, que no pone en duda nada de lo que ve en una pantalla, que no tiene ilusión ni curiosidad por verlo con sus propios ojos, por experimentarlo por sí mismo.

Sin embargo, África es un continente enorme con realidades muy diferentes que te sorprende a cada paso por mucho que hayas leido o te hayas informado antes de dirigirte allí. Es verdad que hace calor en algunos lugares, pero también mucho frío en otros. La gente es mayoritariamente negra, cierto, pero también blanca, india, bereber o árabe; y todos son igual de africanos. Es más, pasa un rato, te pones a pensar y eres incapaz de recordar en algunos países si la persona con la que has hablado hace unas horas era blanca o negra. Algunos, como los senegaleses, se mueven con gracia al ritmo de los tambores, pero los etíopes, por ejemplo, disfrutan con unas melodías muy distintas que les provocan extraños movimientos de hombros. Muchos países de Africa acogen un montón de animales salvajes que nos hacen sentirnos como en un reportasje de la 2, es verdad, pero también nos ofrece pinturas rupestres, o esculturas y tallas que inspiraron a los artistas europeos del siglo XX, iglesias excavadas en la roca y preciosos grabados hechos por los san (bosquimanos) actuales, ilustraciones picassianas de biblias etíopes o bronces nigerianos de los siglos XIV o XV, alfombras casi voladoras y obeliscos de hace casi 2000 años que parecen obra de un autor actual... Es cierto que muchas veces la vida es complicada en África, pero también hay gente con iniciativa y luchadora, mucha gente joven que nos ganan por goleada en sueños, optimismo y ganas de vivir.

Recién licenciados. Addis Abeba
En fin, África es mucho más que lo que se ve en la pantalla de la tele o el monitor del ordenador. África no es un país, sino todo un continente con tanta diversidad o más de la que puede haber en Europa.  África tiene una cultura y una historia, no sólo hay animales salvajes y naturaleza desbordante -que también, y es fantástico- sino que en cualquier rincón encuentras también arte del bueno, arquitectura sorprendente y rincones cargados de historia. En África no sólo hay guerras, hambre y enfermedades, también hay proyectos, ideas y renovación. Creedme, no penseis que lo sabeis todo porque lo habeis visto en una pantalla, no perdais la capacidad de sorprenderos. O, mejor, no me creais, coged la mochila y emprended el camino para verlo con vuestros propios ojos, os traereis de allí un montón de buenos recuerdos, además de experiencias y encuentros imposibles de bajarse de Internet. ¡Buen viaje!

Grabados rupestres bosquimanos en Twyfelfontein (Namibia)


1 comentario:

  1. Es cierto, hoy en día todo el mundo lo sabe todo porque lo ha visto en una pequeña o gran pantalla, porque lo ha leído en Internet o en algún artículo en la prensa o por haber realizado un pequeño viaje de una semana parando un día en cada lugar, durmiendo luego en hotelazos de lujo en los que comen comidas internacionales, es decir, europeas, en la mayoría de los casos. Pero eso no dice nada a un viajero con verdadero espíritu de conocer el país y sus gentes...
    No,no sabemos nada hasta que no hablamos con las gentes del lugar. En pocas ocasiones he visitado África, pero por supuesto es un país y de gran historia, donde, de hecho, surgió el hombre, nuestra "maravillosa" especie (entre otras cosas). Hay una diversidad cultural increíble tanto de paisajes, como de culturas, razas, idiomas...


    No quiero alargarme más por hoy. Solo comentar lo que más me sorprendió en el desierto de El Sahara además de su infinita belleza. Estuve hablando (en francés, claro) con un saharaui que estaba completamente enamorado del desierto y me dijo que no querría jamás vivir fuera de allí y no me extraña en absoluto. Nunca he visto una belleza como aquella, durmiendo bajo las estrellas, y ver ese anochecer en la infinidad de dunas indescriptibles por su hermosura.


    Estas lindas fotografías que os envía desde este blog os tienen que animar a realizar el viaje de vuestra vida. Yo, algún día, cuando consiga solucionar una serie de problemas que tengo que superar en estos momentos, quiero seguir conociendo las preciosas tierras africanas tan diversas, desde el vergel magrebí hasta la costa pasando por el atrayente desierto.
    No te lo pierdas, olvida ese tabú que te impide salir de tu rincón europeo, en el inmenso universo hay infinidad de maravillas, no todo está en nuestro pueblo. Como me dijo aquel chico: "C´est une merveille".
    Esther

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