Desde la duna Elim enel desierto del Namib |
Hace muy poco tiempo que Namibia consiguió la independencia, apenas 20 años y en el caso de Walvis Bay aún menos, y aunque el sistema de apartheid impuesto por Sudáfrica ya se abolió, todavía queda un largo camino para que la igualdad entre blancos y negros sea real, apesar de que el gobierno intenta convencer a la gente de que ya es una realidad. Es verdad que en la zona bien de Windhoek se ven en los colegios blancos y negros juntos y que en Swakopmund se puede ver a chavales de ambos grupos divirtiendose o fumando shisha juntos. Sin embargo, aún el 10% de la población tiene el 65% de la riqueza y las 6100 granjas que hay están en manos de 3800 personas, 3000 de ellas blancas y sólo 800 negras, a pesar de que los blancos sólo son el 6% de la población.
En el centro de Windhoek |
Se puede pensar que es lógico que el poder económico siga estando en manos de quienes estaba en la época del apratheid y que el reparto de recursos no se puede hacer de la noche a la mañana sin originar grandes problemas (eso pasa en cualquier país, las clases con poder no lo pierden tan facilmente porque haya un cambio de régimen o de constitución). Hacer como hizo Robert Mugabe en Zimbabue, despojando a los blancos de sus posesiones por decreto no parece buena idea, vista la situación en la que está hoy en día Zinbabue. Pero está claro que la juventud negra namibia un día se hartará de la enorme diferencia de calidad de vida entre unos y otros. Y, espero equivocarme, pero desgraciadamente me temo que sin violencia la solución es muy difícil, porque dudo mucho que las generaciones que no han vivido el apartheid estén dispuestas a esperar a la generación de sus nietos o biznietos para conseguir un poco de dignidad, y sólo una solución a muy largo plazo (aumento de impuestos de bienes inmuebles y tierras, gran inversión en casas dignas baratas distribuidas por toda la ciudad y no sólo en barrios específicos y sin atender a distinciones étnicas, compensación por daños morales a quienes se expulsó de sus casas en el centro, discriminación positiva en accesos a ciertos trabajos, educación integrada....) podría equilibrar la balanza poco a poco. ¿Pero cuántos años se necesitarían para una mínima igualdad?
Niño mestizo |
Mondesa (Swakopmund) |
Swakopmund |
En Windhoek pasa lo mismo, la mayor parte de la gente, por lo menos el 50% o así, todos ellos negros, viven en un barrio de chabolas enorme, Katutura, a donde expulsaron no sin derramamiento de sangre a los negros que vivían en el centro de Windhoek en la época del apartheid. Las agencias turísticas ofrecen excursiones de un día para visitar el lugar. Nosotras no lo vimos porque ese tipo de excursiones me parecen absolutamente denigrantes, aunque ellos se escuden en que parte del dinero se queda allí y en que hay que conocer cómo vive la mayoría de la población. Imajínate que organizasen en Madrid excursiones turísticas para ir a ver el poblado de la Celsa o la Cañada Real y sus trapicheos de droga, o en Sevilla al barrio de las 3000 viviendas. Bueno pues esto es lo que hacen. En el hotel Chameleon tenían varias excursiones de un día, en una de ellas ibas a ver una granja de felinos creo y luego desayunabas con champán (los namibios blancos piensan que tomar ostras con champán en cualquier circunstancia, por ejemplo en un trip en lancha para ver focas, es super chic... sin comentarios) y en otra te llevaban al barrio pobre a ver cómo viven los negros, sólo espero que en esa excursión no te ofreciesen también champán. También en Swakopmund organizan este tipo de excursiones a Mondesa donde puedes hablar con los tuberculosos y con los portadores del VIH (en Namibia son el 21% de la población) y después de hacer unas fotos ir a las dunas a hacer surf en la arena. Eso sí, estas excursiones les parecen imprescindibles pero luego te dicen que ni se te ocurra ir allí por tu cuenta, que no cojas taxis si no conoces al taxista, que son todos unos mafias, que no salgas con bolso, porque te roban... En la capital, como en Swakopmund, las casas tienen todas verjas electríficadas. Yo estuve todo el viaje con chisporroteos y calambres constantes al tocar cualquier cosa metálica y el pelo siempre tenía electricidad estática, supongo que será por la sequedad del clima, por el frío, por los minerales que esconda el subsuelo (o por que estábamos cabeza abajo en el globo terráqueo), pero algo así no me había pasado jamás durante tantos días seguidos, mañana y noche. Incluso días después de estar en casa seguía dandome miedo tocar cualquier cosa metálica. Al final pensé si la causa no sería el hecho de que el país esté totalmente electrificado. Tal vez fuese la carga eléctrica del ambiente la que me convertía en un imán. Temía que cualquier día las cucharas y tenedores de los restaurantes se me pegasen al jersey.
No me explico cómo pueden sentirse bien los blancos viviendo de esa manera, con bonitas casas, coches todoterreno y empleos más o menos cómodos pero sin libertad para hacer lo que quieren. Tienen que moverse siempre en coche, por la noche pronto a casa, nada de abrir la puerta a extraños, siempre desconfiando... Lo explicaba muy bien Laurens Van Der Post en El Corazón del Cazador refiriéndose a su país: "Era extraordinario cómo la mayoría de la gente daba por naturales e inevitables las terribles tensiones en su vida cotidiana, la violencia que se acumulaba sin cesar en su seno y a su alrededor. En Johanesburgo les parecía perfectamente normal dormir con una pistola cargada debajo de la almohada, tener cercadas las casas con una compleja red de alambradas y con sistemas eléctricos de alarma conectados a la comisaría más próxima, tener vigilantes nocturnos armados con porras para que patrullasen sus fincas hasta el amanecer e incluso, por miedo a los negros, ir en coche cerrado a cenar a casa de un amigo que vivía a menos de cien metros de sus casas."
En Namibia hay menos inseguridad que en Sudáfrica pero debido a las diferencias tremendas de renta más o menos es así como se vive en la mitad sur de Namibia, la de mayor población blanca.
Guepardo |
Que testimonio tan apasionante. El mundo necesita de más gente como tú, que nos transmita con tanta claridad lo que acontece en tan lejanos lugares. Un saludo desde el norte :)
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