Córdoba
Internacional
Ya hace
unos meses que recibo en mi casa las emisiones del canal de televisión de
orientación islámica Córdoba Internacional.
Me gusta ver el programa “Tras las huellas del islam”, pero sobre todo
suelo ver el programa de debate Mayalis
y el de consultas islámicas. En los dos la gente se pone en contacto con los
imanes invitados para solucionar sus dudas sobre los diferentes preceptos
islámicos. Creo que es una buena idea tanto para que los musulmanes resuelvan sus
dudas, como para que los que no lo somos sepamos un poco mejor cuáles de las
muchas cosas que se oyen sobre esta religión son realmente inherentes a ella y cuáles pura equivocación
o manipulación.
En
general los imanes y expertos que toman parte en estos debates suelen mostrarse
bastante moderados en sus consejos y responden a las dudas planteadas con mucho
sentido común. Sin embargo, cuando hablan sobre temas concernientes a las
mujeres, no puedo menos que pensar que estos señores distan mucho de ser unos
musulmanes de su tiempo. Y que hacen un flaco favor al estatus de las mujeres
musulmanas en la sociedad y a la comunidad musulmana en general.
Hace unos meses uno de los contertulios en respuesta a una cuestión de una televidente dijo que las mujeres según la mayoría de los sabios islámicos es mejor que eviten viajar solas si no es estrictamente necesario, y les recomendó “por su propia seguridad” dijo –suena un tanto fascista, ¿no creen?-, que efectivamente procedan así y siempre que no sea estrictamente necesario se hagan acompañar por un hombre de su familia. Estos señores siguen considerando a las mujeres menores de edad, incapaces de valorar los riesgos y de defenderse cuando estos son inevitables. ¡Qué pena!, ¡Qué mal se entienden las enseñanzas del profeta Mahoma! El propio Mahoma dijo que llegaría un día en que una mujer podría viajar sola hasta el Yemen. Mis queridos señores, ese día llegó hace tiempo, se lo puedo asegurar. Llevo toda una vida viajando sola por el mundo y no he tenido ningún problema del que no haya sabido defenderme sin la necesidad de la mediación de ningún hombre. En todo caso, señores imanes, si el mundo es tan peligroso para las mujeres, deberían ustedes educar a los hombres para que eso no sea así, y si ha de recomendarse a alguien no salir de casa sería a los hombres, puesto que son ellos los peligrosos. Coartando la libertad de las mujeres las convierten en dobles víctimas.
Mahoma
supo ir un paso más allá de las leyes de su época, supo valorar en su justa
medida las enseñanzas de sus mayores, su cosmovisión, sus valores y su
religión. Supo pensar por sí mismo y valorar que merecía la pena conservar y
con qué costumbres, tradiciones e injusticias era necesario acabar, supo
ponerse en el lugar del otro. Pero ustedes, contertulios de Córdoba
Internacional , no son sus dignos representantes, y lo siento terriblemente por la parte que me
concierne como ciudadana de un país que ganaría mucho si ustedes -al igual que
los representantes del resto de las religiones- mirasen más allá de sus narices.
Tal vez
no quieran que las mujeres viajen para que no vean que todas las musulmanas del
mundo no van vestidas como monjas y no por eso son menos musulmanas ni menos
respetadas. Dicen a las españolas musulmanas que tapen su pelo, sus brazos, sus
piernas, su cuello… ¡Ni en una república islámica como Irán se tapan las
mujeres todo el pelo, y sin embargo las mujeres
musulmanas que veo por mi barrio sí! Es una manera más de cosificar a la
mujer, todas iguales: solo un óvalo y unas manos saliendo de un traje amplio
que no deje revelar ni un poco de su personalidad, como si el cuerpo de la
mujer fuera en sí pecaminoso. En Arabia
indudablemente es recomendable cubrirse la cabeza, los brazos y las piernas e
incluso la cara a veces para evitar una insolación o quemarse por el sol, aún
más si se es nómada o se pasa la mayor parte del día a la intemperie, como
seguramente sucedía en tiempos del profeta. Pero en climas templados o fríos
como los de Europa, ¿Qué sentido tiene ir vestido así? Mahoma dijo que había
que adaptarse al lugar en donde se vivía. Por otra parte, uno de los imanes en
un programa dijo que la mujer debía vestir de mujer y el hombre de hombre, y se
mostró un tanto reticente a que las mujeres usen pantalones. Pero, usted
perdonará, pero en muchos países del
mundo, entre ellos muchos musulmanes, el traje tradicional de los hombres es
una chilaba (todo el Magreb, Sudán, el Sahel…)
o falda (Yemen, Malasia, Indonesia…), entonces, ¿porqué pueden ustedes
usar pantalones sin ningún problema y las mujeres no? A lo mejor soy un poco
corta, pero no lo entiendo. Las mujeres usamos pantalones porque son más
cómodos, sin más, igual que ustedes, no está en nuestras mentes provocarles,
como parecen ustedes creer. Por otra
parte el hábito no hace al monje y yo he
visto prostitutas marroquíes y egipcias perfectamente tapadas de arriba a
abajo, de quienes no me costó nada saber
a qué se dedicaban, mientras que el 99% de las mujeres que mostramos el pelo,
los brazos o las piernas somos perfectamente decorosas, humildes y respetuosas en
nuestra forma de vestir. A las mujeres se les exige ir tapadas de arriba abajo
para ir decentes, los hombres sólo es obligatorio que sea cubran de la cintura
a las rodillas. ¡Viva la igualdad! He de decirle que a mí verles el pecho y la
calva a muchos hombres también me puede resultar molesto y ofensivo, y no por
eso me creo en el derecho de decirles
que se cubran. Si el problema de que las mujeres tengan que ir tapadas es no
despertar la lascivia en los hombres, otra vez el problema no está en las
mujeres, sino en ustedes. Deberían ustedes mejor ocuparse de defender a
aquellas mujeres musulmanas que no desean cubrirse el pelo y que sin embargo
por la presión de algunos hombres musulmanes de su comunidad que las insultan
constantemente, acaban cediendo a las presiones y se ponen el pañuelo según se
van acercando al barrio en el que son conocidas.
Que una chica les llame para preguntarles a
ver si es lícito cortarse el flequillo ¡para estar en su propia casa! O que les
pregunten una y otra vez que si pueden ir a una piscina donde sólo hay mujeres
(ningún hombre ha hecho una pregunta semejante, ellos al parecer pueden
mezclarse sin problemas con el sexo opuesto) debería hacerles reflexionar sobre
el tipo de sociedad islámica que están ustedes construyendo, ¿Es realmente eso
lo que ustedes quieren para sus hijas?¿Que se sientan como niños pequeños que
tienen que pedir permiso para hacer cosas como peinarse como quieran o nadar,
actividades las dos absolutamente inocentes? ¿Quieren que sean unas memas
obedientes, a merced del marido –muy buen musulmán y todo lo que ustedes
quieran- que coarte la libertad con la
que todo ser humano ha nacido (son palabras de ustedes)? Sinceramente en el
tema de la mujer en el Islam, hacen ustedes muy poco por la integración de los
musulmanes (y sobre todo las musulmanas) en igualdad de condiciones en la
sociedad española a la que pertenecen.
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