miércoles, 3 de mayo de 2017

Qat en Madagascar


Joven con una rama de qat en la mano. Nosy Be. Madagascar
El qat es una droga blanda que procede de un arbusto semejante al del café.  Se toman las hojas más nuevas frescas y se mastican sin tragar. Se van ingiriendo poco a poco más hojas hasta hacer una bola en el papo. Se acompaña la ingesta de esta droga con agua, ya que produce mucha sed y la lengua se queda rasposa. Según va haciendo efecto sientes como el cerebro se va adormeciendo y con él cualquier problema que tuvieses. Además, desaparece la sensación de hambre.

Se consume diariamente en el occidente de Yemen, lo que antes se denominaba Yemen del norte, y también en el cuerno de África: Somalia, Etiopía y supongo que también en Djibuti, Eritrea y Somaliland. En Yemen es muy fácil ver puestos en los que venden la droga en los mercados, así como hombres  que la compran en bolsitas y se la sujetan al cinto, llevando siempre con ellos un botellín de agua mineral. Todos los días se ve hombres tomándolo, siempre a la tarde, una vez que ya han comido. Ver mujeres consumirlo en público es más extraño, pero yo vi una mujer tomarlo en una family room o apartado de las cafeterías y restaurantes reservado a mujeres, parejas y familias, mientras fumaba una pipa de agua o narguile (a nosotras también nos ofrecieron la pipa). Su consumo no supone que dejen de trabajar, pero el ambiente en los zocos, por ejemplo, es más distendido, y se ven hombres jugando y haciéndose bromas por  doquier. Si por alguna cuestión tienen que ir al sur y no van a poder consumir qat o el que tomen no va a ser tan fresco como desearían, se enfadan sobremanera.

En Etiopía también es habitual su consumo, aunque no tanto como en Yemen y nunca he visto ninguna mujer consumirlo. En el norte vimos como el ayudante de un autobús le compraba qat –allí lo llaman chat- al conductor para que resistiese las 13 o 14 horas de viaje sin parar ni para orinar. No son tan cuidadosos a la hora de elegir las hojas que toman como en Yemen, creo que los etíopes se lo tragan y no sólo lo acompañan con agua como los yemeníes, sino que a veces toman fanta u otro refresco para calmar la sed que produce. Vimos venderlo en el mercado de Bati. En el sur es más frecuente ver a hombres consumiéndolo en público. Allí es donde lo probamos nosotras, porque nos lo ofreció un joven para calmar nuestro enfado porque en el bar donde estábamos tanto él como nosotras nos habían  cobrado un precio exagerado por una cerveza. Aunque consiguió que nos sintiésemos más optimistas y felices, al día siguiente, bueno en realidad ya aquella misma noche, la sensación de decaimiento y depresión se impuso.

Cuento todo esto  porque me ha sorprendido este año que en Madagascar también consuman qat. Nunca había oído que se consumiese fuera de la zona antes mencionada. Había escuchado que en París se puede encontrar en zonas donde habitan emigrantes del cuerno de África, aunque la necesidad de consumirlo fresco hace difícil una exportación exitosa, pero jamás había oído que se estuviese extendiendo por otros países. El caso es que en el viaje de Tana a Diego Suarez, a unos pocos kilómetros de Diego Suarez (como 5 o 6 horas de carretera), vi vender unas hojas en bolsas blancas que me recordaron al qat, ya que es extraño vender unas hierbas y sólo eso.  Mis sospechas se confirmaron cuando un joven dejó por la ventanilla a mi lado una de esas bolsas con ramas de hojas verdes bocabajo para mantenerlas frescas y un botellín de agua. Cuando se subió (accedió al minibús por la ventanilla) me pareció oír que otros viajeros mencionaban la palabra qat y le pregunté si era qat y si se producía en Madagascar. Y efectivamente era qat y lo producen en Madagascar. Tiene su lógica ya que Madagascar tiene amplias extensiones de  tierras altas con buen clima para el qat . El chico se ventiló el qat durante el trayecto en autobús. Se tragó las hojas como hacen los etíopes,  en vez de guardarlas en el papo y luego escupirlas como hacen los yemeníes. Cuando visitamos la montagne d’Ambre, a unos 1300 o 1400 metros de altitud, el guía nos dijo que al ser una zona volcánica es muy fértil y que allí se planta qat.

Nunca a la cama te irás sin saber una cosa más.

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