Mujer rimabei (Burkina) |
Que al ser humano le gusta adornarse es de todos sabido. Nos gusta embellecer nuestro cuerpo, lo pintamos, lo agujereamos, lo tatuamos o grabamos sobre él.
Antes de ir a Burkina Faso leí en una guía que hoy en día ya no se hacen apenas escarificaciones, sin embargo es bien fácil ver este tipo de adorno corporal no sólo en gente de cierta edad sino también en jóvenes y niños. En Burkina y Níger es bastante habitual y también se ve con frecuencia en el sur de Etiopía. En general las escarificaciones consisten en finas lineas grabadas en cualquier parte del cuerpo -aunque las más fácilmente visibles para el viajero son las del rostro, claro- que no parecen haber causado mucho dolor al portador cuando se las hicieron. No resultan excesivamente llamativas e incluso pueden pasar desapercibidas. En Niamey, sin embargo, coincidimos con un taxista que tenía la cara absolutamente llena de rayas en todas direcciones, lo que le daba un aspecto un tanto carcelario. En Níger es habitual un tipo de escarificación que nosotras llamábamos de gato, ya que consiste en unas lineas a ambos lados de la boca a modo de bigotes de gato. Lo vimos en personas de todas las edades. Cuando están serios parecen sonreir, y cuando sonríen adquieren un aspecto un tanto siniestro. Aluciné cuando un par de años después acudí a una exposición de
Bronce ife con bigotes de gato |
No hace falta ir a Africa para ver escarificaciones, entre los africanos que viven con nosotros hay quien tiene estas marcas. Yo se las he visto a un par de chicos, ambos nigerianos.
Mujeres hamer |
He leído todo tipo de explicaciones para aclarar el origen de esta costumbre. En cierta ocasión leí que en la época del comercio esclavista hacia América estas marcas les servían a la gente para reconocer a las personas de la misma zona o etnia. Y ultimamente leí en un libro de Naipaul que en Nigeria, cuando en una familia un niño había muerto al poco de nacer, al siguiente niño que nacía se le hacían estas marcas para asustarle y conseguir así que no se atreviese a marcharse como el otro. También he leido que con la edad estas suaves marcas pueden difuminarse y ser apenas perceptibles.
Si bien la mayoría de las escarificaciones que he visto consisten, como he dicho, en finas lineas que no parecen haber producido dolor, en algunas ocasiones se ven auténticos tajazos al lado de los ojos, entre los rimabei de Burkina por ejemplo, o grupos de heridas cicatrizadas en pequeños -o no tan pequeños- bultitos, comunes entre los mursis y otras etnias del sur de Etiopía, que seguro fueron dolorosas.
Mujer Himba |
Aparte de las escarificaciones, otra costumbre que puede resultar curiosa es la de embadurnar todo el cuerpo, pelo incluido, con una mezcla de barro o tierra roja y manteca. Este uso es caracteristico de las hamer de Etiopía y de las himba de Namibia y Angola. Otra vez una costumbre idéntica en países muy lejanos. Además, en ambas etnias acostumbran decorar la cabeza con barro. Los hombres hamer se hacen una especie de casquetes de barro que les sirven de peinado, y las mujeres himba recubren su largo pelo con arcilla y para rematar el peinado sujetan supongo que con el mismo barro unos cueros en forma de uve en lo alto de la cabeza, que seguro hacen que el sol no les pegue tan fuerte. En efecto, desde mi punto de vista, en ambos casos, el objetivo primero de estos originales peinados no habría sido sino el de procurarse protección continua contra el sol, en zonas donde éste pega fuerte y en culturas en las que la vida transcurre practicamente integramente en la calle, al testerón del sol todo el día. A esto mismo se debería sin duda el que embadurnen todo su cuerpo con este barro rojizo. Por otra parte los hombres
Joven hamer con peinado típico |
En Mali, por ejemplo se ve alguna gente que tiene los dientes afilados, todos en punta, en plan drácula. En teoría es por estética, pero tras dos o tres viajes a esa zona y comprobar que me resultaba tremendamente díficil conseguir desprender del hueso la carne de pollos viejos cocinados con carbón a fuego tan lento que nunca llegaba a reblandecerse, llegué a la conclusión de que tal vez se afilaban los dientes para poder desgarrar la carne con mayor facilidad. Entre las himba también es habitual que se les quiten de pequeñas los dos dientes inferiores centrales. Al parecer cierta enfermedad provocada por la deficiente alimentación hace que se hinche la boca de los niños. Esto hace la ingestión de alimentos muy dificultosa y, por eso, se les quitaba los dientes inferiores, para poder alimentarlos. Hoy en día no creo que esto sea un problema habitual, pero seguramente ya se han acostumbrado a verse así y lo consideran un rasgo cultural, olvidada ya la razón que les llevó a empezar a practicar la extracción de los dientes.
Narcisse con su "abuela" |
Otras veces nos da por hacernos agujeros y meter en ellos diferentes objetos. Los mursis de Etiopía se ponen en orificios en las orejas platitos de cerámica o madera. En el caso de las mujeres se abre también un orificio a lo largo del labio inferior, dejando éste colgando cuando no es sujetado por estos platitos. En el país Lobi (Burkina) vimos a una mujer ya añosa que tenía en el labio inferior y sobre el superior incrustados una especie de pequeños tapones. Narcisse nos comentó que hoy en día este tipo de adorno corporal ya no se utiliza en absoluto.
Joven hamer |
Joven himba |
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