De los Grandes Lagos al Mediterráneo
No fui consciente de lo que había hecho hasta años después.
Estábamos navegando por el río a la altura de Asuán, cuando alguien dijo que
según la tradición el que bebía agua del Nilo había de volver irremediablemente
a Egipto. No nos debía ir muy mal en el país porque sin dudarlo tomamos una
botella de agua, la terminamos de vaciar y la llenamos con agua del río. Nos la
pasamos unos a otros como en una liturgia y bebimos todos de ella (menos Rafat
claro, que dudo mucho quisiera retar al destino con que le hiciese volver a
Egipto quién sabe si para siempre, hay que tener cuidado con lo que se desea).
Siesta en el Nilo. Egipto. |
No fue sino una de esas tonterías que se
hacen para darle un
poco de magia a la vida, pero puedo aseguraros que el conjuro funciona y además
más allá de lo que uno pueda imaginar. Nueve años después allí estaba yo de
nuevo soportando el tremendo calor de Asuán, comiendo kossuri y falafel,
aguantando los “do you want faluca?”
de todo el que te veía pasear tranquilamente por la orilla del río y jugándome
el tipo entre el tráfico irrespetuoso e
incluso homicida de las calles de El Cairo y la agresividad latente de la macrociudad.
En un bar de Asuán |
En una taberna de El Cairo |
Monasterio Narga Selassi. Isla Dek. Lago Tana |
Muñecas nubias. Asuán |
Pero ahí no quedó la cosa, porque siete años después me dirigí a Etiopía (¿el país de Punt que mencionaban los antiguos egipcios?), donde nace el Nilo Azul. Y resulta que este año he visitado Uganda, donde nace el otro brazo del Nilo, el Nilo Blanco.
Pero ahí no quedó la cosa, porque siete años después me dirigí a Etiopía (¿el país de Punt que mencionaban los antiguos egipcios?), donde nace el Nilo Azul. Y resulta que este año he visitado Uganda, donde nace el otro brazo del Nilo, el Nilo Blanco.
Cataratas Murchison, en el Nilo Victoria |
![]() |
Cordillera de los Ruwenzoris |
Mastewal navegando por el lago Tana |
El Nilo Alberto tras atravesar Sudán del Sur llegará a Jartum con el nombre de Nilo Blanco para unirse allí al Nilo Azul que nace en Etiopía, en el lago Tana, como señaló el español Pedro Páez, no tan conocido como Speke pero igual de meritorio. Y en Jartum Nilo Azul y Blanco se unirán para juntos dirigirse en un viaje desesperado por el desierto hacia el Mediterráneo, un periplo de unos 6756 km.

Es fascinante pensar mientras uno remoja sus pies en la
playa de Tarifa que parte de esa agua que le moja ha hecho un fabuloso viaje
desde el interior de África, desde la región de los grandes lagos, la cuna de
la humanidad, para acariciar nuestros pies.
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